Publicado: 25 Julio 2022
Los meses de verano, por
un motivo u otro, están relacionados con el sueño. Está siendo bastante
habitual ver en los últimos días reportajes en los medios de comunicación sobre
las dificultades para dormir bien con el calor.
Sin duda el descanso es
clave para nuestra salud física y mental, siendo muy perjudicial para
nuestro rendimiento si esto no se cumple. Todos hemos tenido esa terrible
sensación de cansancio tras una noche de desvelo.
Es por ello que los dormitorios
han de ser espacios muy bien preparados para la relajación que inviten a dormir
desde el primer momento en el que nos tumbemos en la cama.
Todo, desde la decoración hasta la comodidad merecen la pena que se estudien a conciencia. Hoy en el blog de Kion Home vamos a tratar un aspecto que no siempre se tiene en cuenta y que afecta ambas vertientes, se trata de cómo hacer la cama para dormir bien. Si sigues leyendo, te lo contamos.
Cada vez son más los estudios que
remarcan la importancia de descansar todos los días de manera adecuada,
ya que tiene consecuencias en múltiples facetas de nuestra salud, desde la
regeneración muscular, el descanso mental e incluso la pérdida de peso.
Si enfocamos el cuerpo humano
como si fuera un coche, vemos claramente cómo un vehículo que se mantenga en
constante movimiento acabará por ver sus ruedas desgastadas, el depósito vacío
y el motor averiado. Algo similar pasa en los seres humanos y la cama es
nuestro particular taller mecánico que restaura esos desgastes producidos cada
día.
Pero por desgracia, no muchas
personas consiguen dormir las horas recomendadas o al menos, dormir de
manera seguida. Las prisas, el estrés o los problemas del día a día son
alicientes para mantenernos en tensión durante la noche.
Por tanto, parece obligatorio que cuando lleguemos a nuestra habitación encontremos un refugio de paz. Pero ¿realmente afecta el cómo este hecha la cama en el buen sueño? Por supuesto, te lo contamos a continuación.
Esto, que a priori suena a
disparate, tiene una base científica que dejará fuera de juego a los
procrastinadores. Hacer bien la cama tiene un impacto directo en nuestro
descanso, empezando por la sensación visual que nos produce entrar en un
dormitorio que guarda la armonía frente a uno desordenado.
Sin ir más lejos, basta con
observar las fotografías de camas de las grandes empresas del sector, para
darnos cuenta de que unas sábanas bonitas, estiradas y limpias, junto con almohadas
mullidas y colocadas, nos generan una sensación de paz. ¡Y solo estamos
viendo una imagen!
Las endorfinas que genera nuestro cuerpo, que nos ayudan a sentirnos bien y relajarnos, también juegan su papel en el aspecto visual y por tanto, hacer la cama de manera correcta es un buen paso para descansar mejor.
Y aquí llegamos al quid de la
cuestión. Para empezar, hemos de explicar que no todos tenemos los mismos
gustos a la hora de meternos en la cama, pero existen algunos patrones que
se repiten, principalmente en los hoteles, ya que son los más aceptados de
manera general.
Aquí te dejamos un ritual para
que puedas hacer la cama como un profesional cada mañana:
1. Coloca la sábana
bajera
y que quede tensa. Esta es la base de un buen resultado, ya que, si no hemos
elegido el tamaño, empezaremos la labor con unas arrugas que no son estéticas o
lo que es peor, acabaremos enrollados en ella si no queda bien fijada.
2. Una vez que nos
hayamos asegurado de que la sábana bajera queda lisa, colocaremos la encimera
sobre esta, intentando que caiga de manera simétrica en ambos laterales y que
queden centímetros suficientes como para poder doblarla sobre si misma en la
parte del cabecero.
3. Después, introduce
los laterales sobrantes y la parte inferior por debajo del colchón. Aquí
podemos tensarla y colocarla en función de nuestros gustos, pero te
recomendamos de nuevo que quites la libertad a las arrugas.
4. Respecto a las esquinas,
uno de los elementos más costosos, te recomendamos que hagas una doblez de unos
cuarenta y cinco grados y las ajustes bajo el colchón.
5. Para finalizar, colocaremos nuestra almohada en la parte superior y la cama quedaría hecha de manera general.
Y por último, la parte estética.
Esto cambiará en función de la época del año, porque claro, es impensable
utilizar un cubre colchón de plumas y unas mantas en pleno mes de julio. Sin
embargo, con un poco de originalidad podemos generar un ambiente
apetecible en cualquier momento.
Busca siempre tactos agradables
y ligeros, que tengan colores suaves y que te envuelvan en una atmósfera
relajada. Combínalo con una iluminación tenue y una decoración que vaya a la
par y tendrás un bonito refugio nocturno donde te será más fácil dormir.
Si quieres más ideas sobre cómo
decorar tu habitación, no dejes de visitar el blog de Kion Home.
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