Publicado: 30 Abril 2021
El estilo industrial es
sin duda una de las apuestas estéticas que con más fuerza están calando en la
decoración mundial. Hablamos de un fenómeno que ha atravesado fronteras y que
viste viviendas desde Estados Unidos a Japón. Es una manera desenfadada de
decorar las casas y que facilita un ambiente limpio, moderno y joven en
cualquier tipo de hogar, sea loft, piso o chalet. Si nos acompañas, en las
siguientes líneas te contaremos de dónde surge y cómo puedes dar ese toque
industrial que estás buscando. ¡Vamos con ello!
Nos situamos en las primeras
décadas del siglo XX en la ciudad de Nueva York. Allí, cada día, cientos
de barcos procedentes de Europa traen consigo a grandes grupos de inmigrantes
que abandonaron el viejo continente en busca de un lugar mejor. Irlandeses,
italianos y holandeses acudían a la Gran Manzana para vivir el llamado “sueño
americano”. Ahí se plantó la semilla del
estilo industrial.
Tanto en los años de carestía
tras las Guerras Mundiales como en los de bonanza económica, los inmigrantes no
tenían un camino fácil. Los altos precios de la ciudad obligaban a reinventarse
y buscar acomodo en emplazamientos tan singulares como almacenes, garajes,
trasteros o talleres. Eso, que empezó como una necesidad, se fue
convirtiendo en una forma de entender las viviendas. Décadas más tarde se
asentó como un estilo decorativo que hoy se aplica en las altas escuelas de
diseño o las residencias de pintores, músicos o escritores.
Dados sus orígenes, consiste en
eso, en reproducir aquel estilo de vivienda que tras mucho tiempo se ha
convertido en un icono de la ciudad de Nueva York. El imaginario colectivo,
animado por las películas de Hollywood, define al ambiente de la ciudad
que nunca duerme como la cuna del estilo industrial. Series como Friends, Cómo
conocí a vuestra madre, Los Soprano o Sexo en Nueva York, hacen referencias
visuales de manera constante a dicha tendencia.
Para ello basta con imaginarnos el
clásico loft de un artista en ciernes, donde el ladrillo visto, las
paredes desconchadas, los espacios amplios y los muebles sobrios, son los
protagonistas. Otra característica del estilo industrial suele ser la ausencia
de muros, creando hogares con muchos espacios comunes, donde la cocina es
abierta o la sala de estar se combina con el salón. Pero no pretendemos que
tires abajo los tabiques de tu casa, podemos definir nuestro propio estilo
industrial con consejos como los que te mostramos a continuación.