Cómo hacer una kokedama casera

Publicado: 28 Julio 2022

planta japonesa

La decoración asiática tiene una gran influencia en todo el mundo. En artículos anteriores de Kion Home vimos cómo aplicar el Feng Shui a nuestro hogar y son muchos los diseños de muebles que siguen los dogmas de oriente.

En este nuevo artículo queremos hablarte de uno de los elementos decorativos que más de moda están en los últimos tiempos y que nos llega directamente de ese continente. Se trata de las kokedamas, una técnica diferente y llamativa para tratar las plantas de interior.

Si sigues con nosotros, te contamos todos sus secretos. ¡No te lo pierdas!


¿Qué es una kokedama?

Aunque seguro que has escuchado hablar de este tipo de plantas, tal vez no sepas qué es una kodkedama y su procedencia. El origen, como ya habrás podido imaginar por su nombre, procede de Asia, de Japón para ser más exactos.

De hecho, su nombre en nipón significa musgo (koke) y bola (dama), lo que define a la perfección su esencia. Responde a una técnica artesanal que de manera tradicional se ha ido desarrollado en el país del sol naciente, procedente de otra tan popular como la bonsai. De hecho, se cree data de hace más de quinientos años.

Consiste en cultivar la planta en una maceta orgánica con forma esférica. Por lo general, hablamos de componentes naturales como el musgo, arena de río y turba, aunque pueden ser otros.

No requieren de ningún tipo recubrimiento o contenedor y se suelen colgar del techo o colocarse sobre platos o bandejas. Suponen un elemento decorativo muy llamativo y agradable.



 

Beneficios de las kokedamas

Este tipo de arte floral es mucho más que una mera forma de dar una nueva estética a nuestro hogar. La técnica de las kokedamas ofrece una serie de beneficios a nuestro organismo que es recomendada cada vez por más profesionales frente al estrés.

El motivo no es otro que la dedicación e implicación diaria que supone cuidar una de estas plantas. Del mismo modo que ocurre con los bonsáis, a las kokedamas no se las puede acelerar y resulta una terapia muy interesante para reencontrarnos con nuestro tempo natural.

Diferentes expertos lo comparan a dibujar o escribir, ya que también potencia nuestra parte creativa. Podemos aplicar esta técnica a casi cualquier planta y además, llevarla al estilo que más nos guste. Por último, nos ayuda a purificar el aire de nuestra vivienda y por tanto, se convierten en verdaderas aliadas en el día a día.



 

¿Cómo hacer una kokedama?

No te vamos a engañar, hacer una kokedama como mandan los cánones te llevará tiempo y grandes dosis de paciencia, ya que son sus pilares fundamentales de cualquier tradición asiática. Pero no te preocupes, te vamos a dar algunas pautas para que puedas conseguirlo.

La lista de materiales que necesitaremos es la siguiente:

  • La planta con la que quieras trabajar
  • Cordel
  • Fibra de coco
  • Tierra (mejor sustrato para plantas)
  • Arcilla.
  • Arena fina
  • Musgo.

Y ahora comenzaremos a preparar la kokedama siguiendo estos pasos:

1    .   Prepara la bola que será la base de la kokedama. Para ello tendremos que mezclar el sustrato, la tierra y la arcilla hasta crear una masa consistente y manejable. En primer lugar, prensaremos la tierra y progresivamente incorporaremos la arcilla y la arena fina. Hemos de conseguir una forma de bola, dejando en la parte superior un orificio donde incorporaremos la planta. Es muy importante mantener la humedad.

2    .   Ahora llega el momento de la planta. Para ello tendremos que colocarla en el agujero que hemos elaborado previamente. Casi con total seguridad será más pequeño que sus raíces y por ello debemos de cortarlas con mucho cuidado hasta que pueda acoplarse a la perfección. Una vez conseguido, cubriremos la parte superior para que las raíces no queden al descubierto.

3   .   A continuación, tendremos que envolver la bola con el cordel para lograr una estructura estable. Podremos rodearla a modo de bufanda o bien como una tela de araña para evitar que pierda su forma.

4  . Por último, seleccionaremos el lugar más adecuado para colocarla. Puede ser colgándola en el techo, o bien sobre una superficie, pero siempre dejándola respirar.

  

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Consejos para cuidar de una kokedama

Una vez que hayamos elaborado la planta con esta técnica, llega el turno del mantenimiento, donde la constancia comenzará a jugar su papel. En primer lugar, la kokedama se ha de mantener húmeda, por tanto, hemos de evitar la exposición directa al sol o el musgo se secará.

Para que esto no suceda, es necesario pulverizarla de manera regular con agua y nunca apretar la bola. Será la planta la que vaya sirviéndose de la humedad en función de los nutrientes que necesite.

A medida que pasen las semanas tendremos que ir girándola para que el sol la toque por todos los sitios y crezca de manera recta. En caso contrario, irá buscando las fuentes de luz y perderá su estética.

Y como consejo final, mantenlas alejadas de animales de compañía, principalmente de los gatos, ya que la verán como un entretenido juguete.

 

 


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